Todos hemos tenido alguna vez un sueño donde nos encontramos haciendo algo indebido, enfrentándonos a lo prohibido sin el menor remordimiento ó simplemente alcanzando gloriosamente nuestras metas, nos sentimos de maravilla y finalmente despertamos.
Que pasa en ese mundo nublado y místico en el que el ciego ve, el sordo escucha y los paralíticos andan; donde el hombre mas pobre puede darle ordenes a Hitler, pasar una noche en un harem con las mujeres mas famosas del mundo ó volar por los cielos. Ese universo mediado por imágenes confusas de las que no podemos escapar y hemos sido milenariamente cuidadosos en su recuerdo y aplicación.
Los sueños pertenecen a la economía imageneologica del pensamiento humano, algunos pasan con relativa irrelevancia pero otros quedan en la memoria asociados a hechos felices o tristes que relacionamos como un vaticinio ó un estado de lucidez superior, a veces místico que por alguna razón el universo nos otorga. En Psicología, algunas corrientes utilizan los sueños como interpretaciones directas del inconsciente. Desde sus inicio Freud y otros psicoanalistas encontraron la manera de interpretar los sueños y vieron que los deseos ocultos se subliman a través del lenguaje de los sueños, con la misma versatilidad de un poeta que actúa sin represiones, en ellos el caballo de los deseos se desenfrena y surgen fantasías sexuales, deseos de incesto, asesinato, maltrato y toda serie de sucesos por lo demás prohibidos en la sociedad moderna.
¿Son reales? ¿De donde provienen? ¿Somos culpables ó inocentes por ellos? Son las preguntas que nos hacemos. Las preguntas no las puedo responder, pero considerando que en ocasiones escuchamos los peores consejeros, por que no escuchar y meditar en nuestros sueños. A lo sumo estaremos escuchando nuestro cerebro, pero sabremos que será un consejo aceptable y definitivamente adaptado a nuestra realidad y capacidad. En lo personal he tomado esos sueños, he vivido, he sentido y los percibo como míos independientemente de su temática, provocando en ocasiones una intensa felicidad que buscamos afanosa e infructuosamente en otros.
yo creo que los sueños en muchos de los casos son originados por nuestro inconciente , que en un grito desesperado logra escapar de los mas reconditos escondoites del cerebro.
yo creo que los sueños en muchos de los casos son originados por nuestro inconciente , que en un grito desesperado logran escapar de los mas reconditos escondites del cerebro
yo creo que los sueños en muchos de los casos son originados por nuestro inconciente . y estos grito desesperado logran escapar de los mas reconditos escondites del cerebro
Si eso es muy cierto Juan.